Algunos amigos me han sugerido que el “Justicialismo” comienza y termina con Perón”, es decir que recorrería un ciclo histórico que va de 1945 a 1974. Según esta visión una vez desaparecido el fundador y Conductor del Movimiento Nacional Justicialista, sólo quedaría un período, más o menos prolongado, de disolución hasta su extinción nal. En las antípodas de este pensamiento, hemos “estirado lo extremos” hasta las causas y hasta los objetivos nales, y nos encontramos, en el principio, con una sociedad desolada ante la cual reacciona la Iglesia por medio del Papa León XIII y su encíclica Rerum Novarum, de 1891, complementada cuarenta años después por la Encíclica Quadragésimo Anno del Papa Pío XI en 1931. Ambos documentos de la Iglesia, inician un camino de Restauración del Orden Social que marca como Objetivo Final la Justicia Social. Como el General Perón, expresamente maniesta en su carta al Papa Pío XII en 1947, que su política social se fundamentará en los principios contenidos en las enseñanzas de León XIII y Pío XI, nos hemos tomado la licencia intelectual de “estirar los extremos del Justicialismo”, para llevarlo hasta sus orígenes y causas contenidos en la Rerum Novarum -1891, y al mismo tiempo proyectar el otro extremo, con sentido de nalidad, hacia la Justicia Social. Desde esta perspectiva observamos que mientras el Justicialismo mantenga sus fuentes en la Doctrina Social de la Iglesia, independientemente de los nombres que se le quieran poner, portará en su esencia, principios eternos y permanentes, que estarán siempre presentes en la búsqueda de la Justicia Social , como nalidad excelsa de la actividad política.

Justicialismo Del Siglo XXI. Ediciones Fabro

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Algunos amigos me han sugerido que el “Justicialismo” comienza y termina con Perón”, es decir que recorrería un ciclo histórico que va de 1945 a 1974. Según esta visión una vez desaparecido el fundador y Conductor del Movimiento Nacional Justicialista, sólo quedaría un período, más o menos prolongado, de disolución hasta su extinción nal. En las antípodas de este pensamiento, hemos “estirado lo extremos” hasta las causas y hasta los objetivos nales, y nos encontramos, en el principio, con una sociedad desolada ante la cual reacciona la Iglesia por medio del Papa León XIII y su encíclica Rerum Novarum, de 1891, complementada cuarenta años después por la Encíclica Quadragésimo Anno del Papa Pío XI en 1931. Ambos documentos de la Iglesia, inician un camino de Restauración del Orden Social que marca como Objetivo Final la Justicia Social. Como el General Perón, expresamente maniesta en su carta al Papa Pío XII en 1947, que su política social se fundamentará en los principios contenidos en las enseñanzas de León XIII y Pío XI, nos hemos tomado la licencia intelectual de “estirar los extremos del Justicialismo”, para llevarlo hasta sus orígenes y causas contenidos en la Rerum Novarum -1891, y al mismo tiempo proyectar el otro extremo, con sentido de nalidad, hacia la Justicia Social. Desde esta perspectiva observamos que mientras el Justicialismo mantenga sus fuentes en la Doctrina Social de la Iglesia, independientemente de los nombres que se le quieran poner, portará en su esencia, principios eternos y permanentes, que estarán siempre presentes en la búsqueda de la Justicia Social , como nalidad excelsa de la actividad política.